El día que llego la inspiración

El 28 de abril de 2014 se encontraba Akira una pastor Alemán en labor de parto, nacieron 4 hermosos y saludables cachorritos, dos hembras y dos machos, a los machos se los llevaron a Medellín y quedaban las hembras, nunca había tenido un perro y la insistencia de que me quedara con una de ellas hizo que finalmente me decidiera a quedarme con la "más tranquila". 

Tuve que llevarla a mi casa cuando me dieron un ultimátum de los costos que les estaba acarreando tener a mi bebita aún con su mamá, así  que sin mas, una tarde de domingo la envolví en una cobija (ya estaba gordita y pesadita) por miedo a que me la robaran camine a mi casa con quien sin saberlo se convertiría en el amor de mi vida y mi fiel compañera de aventuras.

 
La primera noche, sin saber como se mantiene un perro, mi instinto fue barrer y trapear, para que no encontrara algo mal parqueado y se lo echara a la boca, le improvise una cama dejando en una esquina en mi cuarto unos trapitos, y ella era tan pequeña que no alcanzaba a subirse a mi cama, lloro un poco, pero superamos esa primera noche, y a la mañana siguiente por supuesto iniciaron mis labores de limpieza, trapeando y aseando los regueros que hacia. 

Su nombre fue raro actualmente no me gusta pero ya que, la nombramos Tiara, pero la queremos mas como Chandi quien no fue precisamente la "más tranquila" de la manada, en su tiempo destrozó todo lo que estuvo a su alcance, tristemente las primeras semanas tenia que estar mucho tiempo sola, y cada día cuando yo regresaba a casa seguro encontraba alguna travesura. Cuando salíamos al parque solo podía salir con correa, pero a veces sus ojitos me convencían y la soltaba, esa decisión me costaba mínimo dos horas en tratar de atraparla para entrarnos.

Así transcurrieron sus años de rebeldía, pero poco a poco la situación va mejorando, intentamos con paseadores y no es por desmeritar su labor pero un día se soltó y llego sola a casa, así que desde ese día no volvió a salir con paseadores, después la empezamos a enviar a su guardería, esto nos ayudo un montón para que tuviera su día feliz en la semana, corriendo en el pasto a su libre albedrío todos los días, con más perritos (el solo pasto es un privilegio que no tienen muchos perritos que viven en la ciudad). Y así fue brevemente la llegada de una incondicional compañía que solo entendemos quienes hemos recibido esos lengüetazos de amor a diario. 

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